Por su parte, el Barça sufrió más de lo esperado en su victoria frente al Copenhague por 2-0 (Messi fue el autor de los dos tantos), en un partido en el que los de Pep Guardiola demostraron que tienen mucha calidad y mucha técnica, pero que físicamente no pueden más y están muy justitos. La técnica y la calidad pueden servir para un partido, pero no para toda la temporada. Además, tuvo la baja de última hora de Víctor Valdés por una gastroenteritis, lo que obligóa Pep a poner en la portería a Pinto.
En frente, se encontró un equipo, mezcla de juventud y veteranía, que le puso muchas ganas y mucha garra y, sobre todo, en la recta final del encuentro le complicó muchas las cosas al equipo azulgrana. Creo, que lo más justo hubiese sido un empate.
Mientras, el Valencia consiguió un punto que vale su peso en oro y que le mantiene vivo en este grupo que ya lidera, y bastante alejado, el Manchester United.
El Valencia viajó a Ibrox Park después de haber perdido su último partido de Champions y su último partido de Liga. Y la verdad es que no lo hizo nada mal. Los de Unai Emery jugaron un partido muy serio y muy completo, con un gran César Sánchez que de nuevo, salvo a los ché con grandes e importantes intervenciones.
El partido se puso muy complicado para los valencianistas con un gol de Edu a la salida de un corner. Pero ya en la 2ª mitad, el mismo protagonista anotó, esta vez en su portería, el 1-1 final. Empate muy importante que tendrá consecuencias muy positivas si consigue ganar en Mestalla a los escoceses en la próxima jornada.
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