"El balón nunca engaña. El jugador debe mirar la pelota y no la silueta del contrario"

Luis Aragonés

jueves, 27 de octubre de 2011

....y el Rayo no deja de soñar.

El fútbol ha conseguido que el Rayo Vallecano vuelva a sonreír. Tras muchos años llenos de sufrimiento, de tristezas, de momentos muy duros, muy críticos y muy complicados, sobre todo, con lo ocurrido a finales de la temporada pasada con lo económico y con las deudas, se ha dado carpetazo, se ha cerrado con candado el libro de las penas, la llave se la ha llevado el viento y desde el 28 de agosto de 2011, el Rayo Vallecano ha vuelto a escribir un nuevo libro, sin olvidar, por supuesto, ni los orígenes, claves en el éxito, ni las cosas malas, porque de ellas se aprenden.

José Ramón Sandoval es el principal autor de este nuevo libro para la historia del Rayo Vallecano. El año pasado se le dio la oportunidad, con algo de presión añadida, de entrenar al Rayo Vallecano, eso sí, con la "obligación" de ascenderlo a 1ª División esa misma temporada. Y lo consiguió. Le costó lo suyo a Sandoval. No desde el punto de vista deportivo, sino desde el punto de vista económico y eso afectó también en el plano moral.

Tras "solucionar los problemas y volver a la normalidad", el verano del Rayo Vallecano fue muy emocionante y, a la vez, emotivo. La preparación tenía que ser diferente a la de otros años. Los fichajes tenían que ser otros para que inyectarán al conjunto vallecano un poco más de calidad de la que ya tenía y para que su adaptación al 1ª División no fuera muy complicada.

Pues de momento, los que ya estaban como Movilla, Piti, Casado, Javi Fuego, Dani, Míchel, Cobeño,...más los que han venido nuevos como Jordi Figueras, Tamudo, Koke, Botelho, Trashorras,...más el recién ascendido al primer equipo, que es Lass, el hijo adoptivo de Sandoval, están consiguiendo que los problemas queden aparcados, porque siguen existiendo, y que la felicidad, la magia del fútbol y la ilusión aumenten dentro de la familia vallecana, porque ya había al volver a 1ª División, algo que se merece y no debió perder nunca el Rayo Vallecano. Se trata de un equipo obrero, humilde, soñador, que nunca baja los brazos, que intenta y consigue jugar al fútbol y, además, un equipo alegre y que transmite esa alegría a todos los aficionados al fútbol.

¿Qué le pasa al Getafe?

Esta pregunta se la harán muchos aficionados del Getafe. Pero también Ángel Torres, el presidente del club, los jugadores e, incluso, Luis García, el técnico azulón.

La verdad es que empieza a preocupar la dinámica negativa y mala que ha ido adquiriendo el Getafe desde que comenzó esta temporada. Principalmente porque los resultados no llegan y el juego tampoco, algo extraño en una buena plantilla, dirigida por un gran entrenador (ya lo demostró la temporada pasada con el Levante).

Es cierto que es un equipo nuevo, con un nuevo inquilino en el banquillo, como es Luis García, un entrenador ambicioso, ganador, sincero, trabajador, pero parece que aún no ha dado con la tecla y da síntomas, por el momento, de que le puede estar un poco grande este Getafe; y con muchas bajas (Parejo, Boateng, Mario, Borja Fernández,...) y con muchas novedades (Pedro León, Güiza, Diego Castro, Lacen, Rubén Pérez, Sarabia,...) En definitiva, una plantilla mejor que la del año pasado y que, de momento, parece que no lo está demostrando.

Le está costando a Luis García encontrar un equipo titular, pero las lesiones, principalmente, no le están permitiendo conseguir eso y sí están provocando las mismas muchas rotaciones en un equipo con una plantilla amplia y que sólo disputa dos competiciones (Liga y Copa del Rey).

Es un año de mucho trabajo para asentar las bases de un bonito e ilusionante proyecto como es el del Getafe esta temporada, y a la vez, un año donde los aficionados azulones deben tener mucha paciencia también. Luis García no va a parar hasta dar con la tecla. Este tipo de retos y de situaciones le gusta al técnico madrileño del Getafe. Al final, tanto trabajo tendrá su recompensa.