"El balón nunca engaña. El jugador debe mirar la pelota y no la silueta del contrario"

Luis Aragonés

lunes, 24 de octubre de 2011

El Atleti sigue decepcionando

De nuevo lunes. Y de nuevo la afición del Atlético de Madrid que no empieza la semana de la mejor manera posible. Si ya es difícil afrontar un lunes, no quiero ni contar cómo tiene que ser para aquellos aficionados rojiblancos que ven cómo su equipo le ha vuelto a fallar. Y ya van unas cuantas.

Tocaba ir al Vicente Calderón tras el varapalo de Udine. El tiempo no acompañaba: hacía frío y tenía pinta que podía llover. Vamos, que había llegado el otoño de verdad. Pero eso al Atleti le da igual porque sea otoño, invierno, primavera o verano, el conjunto rojiblanco sigue sin jugar a nada y sigue dando disgustos a su afición.

Y, como no podía ser de otra manera, ayer volvió a fallar. Esta vez con el Mallorca, otro rival que no es de la liga del Atleti. Otro rival al que tenía que haber ganado y no lo hace. Otro empate (y ya van cuatro en total, tres consecutivos). Lo único positivo fue que, después de tres jornadas, volvió a marcar. De nuevo Falcao. Pero...., ¿de jugada ensayada? NO. ¿De córner? TAMPOCO. ¿Cómo fue? Pues de penalti. Otros dos puntos más que se van fuera del Vicente Calderón (en total 6).

Una vez más, el Atleti mostró una imagen pobre, triste, apática,....la misma que la de su entrenador, que estará contento con el punto sacado en la tarde de ayer porque todo lo que sea sumar es bueno, y más después de remontar el tanto inicial del Mallorca. Y si a eso, sumamos que el Atleti vuelve a marca, pues el técnico jienense estará más que contento.

Pero la afición rojiblanca no es tonta y sabe lo que hay. Un entrenador pequeño para una gran plantilla, a la que poco a poco se está cargando por varias decisiones erróneas, como las famosas rotaciones o tantos cambios tácticos que hacen que el jugador del Atleti no sepa lo que tenga que hacer.

Sigo oyendo, leyendo y viendo en los distintos medios de comunicación que Manzano le ha dado al Atlético de Madrid "algo" que antes, ningún otro entrenador lo había conseguido: juego. Pues queridos compañeros de profesión, están ustedes equivocados. Dejémonos de "peloteos" y seamos realistas de una vez, por el bien de todos. Hay que ser objetivos. Sí, el Atleti tiene más la posesión de balón (con los jugadores que tiene, si encima no la tuviese, apaga y vámonos), pero de qué sirve si no haces goles, no llegas a la portería rival, no creas peligro, no hay jugadas ensayadas,...

Manzano no es entrenador para el Atlético de Madrid. Con la mejor plantilla de los últimos 15 años, no la está aprovechando porque no sabe qué hacer con ella. De ahí, que vengan tantas rotaciones. Y eso no es bueno. Primero por la afición, porque así nunca se sabrá una alineación de memoria (la última, la del doblete). Y segundo por los jugadores, que saldrán al campo sabiendo que hagan lo que hagan, a lo mejor no les toca jugar en la próxima jugada.

Llevo avisándolo desde hace tiempo. Aunque ya queda mucho menos, porque estamos cerrando el mes de octubre, aún hay margen de mejora. Poco, pero lo hay. La solución es fácil. Lo complicado es realizarla. Pero, si realmente los dirigentes del Atlético de Madrid aman al club y piensan que los aficionados son parte fundamental, deberían llevarla a cabo. Pese a quién le pese. Porque sino, el Atlético de Madrid seguirá siendo un equipo "segundón", un equipo que todos se reirán de él y jamás tendrá su propia identidad.

Javi Varas, un ejemplo a seguir

Tras una lucha diaria por hacerse con el puesto de portero titular, por fin le ha llegado el momento a Javi Varas, guardameta sevillano del Sevilla. Difícil lo tenía porque delante estaba Andrés Palop, un auténtico símbolo e ídolo del sevillimismo, y un gran capitán. Pero Javi nunca se ha rendido y nunca ha dejado de luchar, y parece que este es su año.

Con la llegada de Marcelino al banquillo, se esperaban cambios en el Sevilla, por parte de su afición, tras dos años muy irregulares. A la experiencia de Kanouté, el olfato goleador de Negredo, el buen talante de Navas,...había que sumarle  los recién llegados, como Manu del Moral, Coke Andújar, Trochowski,...En esa mezcla de los que están y los que acaban de llegar, ningún sevillista se espera más cambios. Al menos, uno sí. Y ese hombre no era otro que Javi Varas. Sabía que lo tenía difícil, pero con esfuerzo, constancia, trabajo, ilusión y perseverancia lo conseguiría. Y así ha sido. Empezó la temporada como titular y, de momento, lo ha jugado todo, y parece que será así a lo largo de la temporada.

Aunque no lo parezca, Varas tiene 29 años. Puede parecer algo mayor y parece que su momento le ha llegado un poco tarde, pero en los porteros, la edad funciona de distinta manera que en los jugadores de campo. Si al esfuerzo, trabajo, constancia,...le sumamos que se cuide, Javi Varas tiene cuerda para rato. Y, en su mismo vestuario, tiene un ejemplo a seguir, como es el propio Palop, del que va a aprender mucho. Y, encima, en la Liga tiene otro ejemplo más claro: el de César Sánchez, portero del Villarreal.

Lo más importante de todo es que ha llegado su momento. Ha logrado hacer grandes partidos, salvando a su equipo de derrotas en campos complicados, como el Vicente Calderón o el Camp Nou, en la noche de ayer, parando un penalti a Leo Messi en el minuto 93.

Si no hubiera sido por David Barral, delantero del Sporting de Gijón, que le metió un gol el pasado fin de semana, llevaría seis jornadas seguidas sin encajar un solo gol.

A pesar de llevar cuatro años en el primer equipo, siendo las tres últimas temporadas el suplente de Palop, Javi Varas ha aprendido pronto lo que es la "ideología/filosofía" futbolística del Sevilla: perder tiempo cuando aún queda mucho partido. En eso tiene también a Palop como un gran maestro. Mientras los árbitros lo permitan, es una manera ingeniosa de frenar el asedio del equipo rival y "encender" a la afición contraria.

Ahora mismo, Varas está en una nube, y se lo merece. Llegarán momentos complicados porque, como todo ser humano, fallará. Pero igual que en esos momentos de fallos, no dará puntos a su equipo, se los dio en partidos importantes, y la afición del Sevilla tiene que tener memoria de lo que ha hecho, hasta el momento, el propio Javi Varas.

Como su caso, hay pocos porque habitualmente los segundos porteros se vienen abajo inmediatamente por no tener, al menos, una oportunidad como titular. Pero Varas no. Por eso, es un ejemplo a seguir para todos porque lucha, pelea, trabaja, es humilde y tiene mucha ilusión. También hay que aprender de este tipo de cosas. Gracias Javi.

Addio, Marco

Una auténtica pena lo que ocurrió ayer en el circuito de Sepang (MALASIA). Justo en la segunda vuelta de la carrera de MotoGP, Marco Simoncelli, piloto italiano de 24 años, aparecía del lado izquierdo para coger una recta. Pero lo hacía de un modo extraño. Iba casi tumbado, a punto de caerse. En lugar de dejarse caer y acabar en el suelo, sus ansias de querer ponerse en pie y no perder la carrera, intentó recuperar el equilibrio. Pero no fue así porque detrás, en la misma trayectoria, aparecieron Colin Edwards y Valentino Rossi y se llevaron por delante a Marco, sin tener ellos la culpa de nada.

Al principio se pensaba que quedaría todo en un pequeño susto. Pero pasaban los minutos y la angustia, el miedo, el temor iban creciendo a pasos agigantados. Hasta que a las 10:56, hora española, se confirmaba lo que nadie quería saber: Marco Simoncelli fallecía y nos dejaba a todos, periodistas, amantes de las motos, meros seguidores,..., con los pelos de punta y con una sensación de impacto bastante fuerte, sin apenas reacción. Porque nadie se esperaba este tipo de noticias.


Es cierto que Simoncelli, dentro de la pista, era un tipo con carácter, iba siempre al máximo en todas sus carreras y muy competitivo, lo que hizo que fuera una persona muy ambiciosa, "agresiva" en la conducción de su moto y muy apasionada. Tanto Jorge Lorenzo como Dani Pedrosa lo pudieron comprobar porque en más de alguna ocasión, tuvieron sus más y sus menos con el piloto italiano. Pero fuera, Marco era una persona normal, educada, tranquila, sencilla, humilde y, siempre, con una sonrisa. Tenía mucho sentido del humor.

El destino ha sido justo con él, pero a la vez injusto. Ha muerto haciendo lo que más quería: montar en moto. Para él, las motos eran su mayor ilusión, su mayor motivación,....eran su vida. Pero desgraciadamente nos ha dejado justo en Sepang, el mismo circuito donde en 2008 se proclamó campeón del mundo de la categoría de 250 cc.

Lástima que se haya marchado con 24 años, toda una vida por delante. Era un pilotazo y se iba a convertir en uno de los grandes, sin ninguna duda. Iba a ser el sustituto de Valentino Rossi para competir con Stoner, Pedrosa o Lorenzo  por hacerse con el título de campeón en MotoGP.

Querido Marco, ya se te echa de menos. Muchas gracias por todas las carreras, por todos los adelantamientos y por hacernos disfrutar tanto. Donde quiera que estés....DESCANSA EN PAZ.