"El balón nunca engaña. El jugador debe mirar la pelota y no la silueta del contrario"

Luis Aragonés

lunes, 12 de diciembre de 2011

Sigue habiendo Liga...

...y me alegro porque ya es duro tener una liga dominada por dos equipos, peor hubiera sido tener a un equipo a 6 puntos y con un partido menos que su principal rival, como hubiera sido el caso del Real Madrid de haber ganado. Eso hubiera significado que la Liga no estaría matemáticamente acabada, pero casi.

Antes de seguir, me hubiera gustado que hubiera sido TT en Twitter #ojalaquenuncaseacabeelclásico. Qué gran partido pudimos ver y disfrutar el pasado sábado entre el Real Madrid y el Barça. Ante todo, ENHORABUENA a los dos equipos. Al Real Madrid por demostrar, durante 20-30 minutos, que le puede plantar cara a este Barça de Guardiola. Y al propio Barcelona por no venirse abajo tras verse por debajo en el marcador nada más empezar el encuentro, y seguir peleando por la victoria, siendo fiel a su juego tras lo (poco o mucho) que duró la buena presión del Real Madrid.

Empezó el Real Madrid muy fuerte. Presionando muy arriba. Algo que sorprendió, y gratamente, a los que estábamos en frente del televisor viendo el partido. Tanto fue así, que el conjunto de Mou se puso por delante a los 23 segundos, tras un fallo de Víctor Valdés.

Parecía que se le ponía muy de cara el partido al conjunto blanco pero ocurrió todo lo contrario. El Barça, tras una media hora muy mala, se vino arriba y su reacción fue positiva tras encajar el gol. El Real Madrid seguía presionando hasta que su poderío físico le duró. Y eso fue hasta el minuto 30. El Barça poco a poco iba encontrando su sitio sobre el helado césped del Bernabéu hasta que lo controló en su totalidad, siendo constante en su ideología por el buen juego y "aburriendo" al rival.

Llegó el descanso y ambos equipos se iban con un empate en el marcador. El Barça era algo más superior, sobre todo, en el tramo final de la 1ª parte, pero no se reflejaba en el resultado. Tras los pertinentes 15 minutos de reposo, volvía a Cahamartín el buen fútbol, la emoción, la intensidad, la sana rivalidad,...

Y el fútbol en la 2ª parte sólo lo puso el conjunto azulgrana. Parece que la dosis de morfina que inyecta el Barça a sus rivales en los partidos surgía efecto, esta vez, tras el descanso. Dio la sensación que sobre el terreno de juego sólo estaban presentes los once jugadores del Barça porque el Real Madrid apenas apareció. Y no porque no quisiera o porque no lo intentase sino porque el Barcelona no le dejaba, una vez más. Los hombres de Pep tocaban, jugaban al fútbol, disfrutaban y, a la vez, desesperaban a los hombres de Mou.

No había noticias de Cristiano Ronaldo, que un clásico más no apareció y en este último tuvo dos ocasiones clarísimas para hacer gol. El portugués, en los partidos grandes e importantes, sigue sin aparecer. ¿Por qué? Tal vez sea la presión de querer estar por encima de Messi. Tampoco hubo noticias de Özil, que está rindiendo muy por debajo de sus expectativas. Xabi Alonso lo intentó pero se vio muy solo en la lucha por hacerse con el centro del campo. Y Sergio Ramos no estuvo tampoco a la altura. El único que se salvó fue Di María y hasta que sus fuerzas dijeron basta.

Por su parte, el Barça fue un gran colectivo: muy bien Dani Alves por la banda derecha, Xavi e Iniesta yendo de menos a más, Messi dejando sus destellos a pesar de no brillar como en otros clásicos, y Alexis. El chileno fue la gran sorpresa táctica de Guardiola y no defraudó. Fue el mejor del partido, creando muchos espacios libres y peleándose con los defensas del Real Madrid, sacando de sus casillas a Pepe, algo que tampoco es muy difícil porque el propio central madridista le suele pasar muy a menudo.

Una vez más el Barça de Pep Guardiola vuelve a tomar la capital. Y parece que no se va a cansar de conquistarla. Y eso que el Real Madrid era el favorito para llevarse el clásico: por ser el actual líder hasta antes del partido, por su forma física, por sus recientes resultados y por jugar como local. Pero, a veces, esto no vale y el Barça, que no estaba rindiendo a su mejor nivel fuera de casa, el sábado sí lo hizo.

Ni la excelencia a la que yo hacía alusión en artículos anteriores ni las distintas formas de gana que tenía, hasta la fecha, el Real Madrid estuvieron presentes en la noche del sábado. El Barça fue muy superior y lo plasmó durante todo el encuentro.

Está claro que el resultado y, sobre todo, la forma en cómo ganó el Barça al Real Madrid el pasado sábado cambia mucho mi discurso de mi anterior artículo, donde destacaba la excelencia del Real Madrid y daba a entender de un posible principio del fin de ciclo del Barça. No quiero ni pretendo ser ventajista, y menos ahora que el Barça ha ganado. Reconozco que al Barcelona no se le puede dar nunca por perdido y ha demostrado que en los partidos grandes sabe estar, y mucho, a la altura. El Barça es mucho Barça y ha vuelto ha demostrar que en las citas importantes, a día de hoy,...ES EL MEJOR EQUIPO DEL MUNDO con EL MEJOR ENTRENADOR DEL MUNDO. Por eso, quiero aclarar que no pretendía matar al Barça, ni mucho menos. Sólo quería reconocer lo que había logrado el Real Madrid hasta el momento. Algo que tenía y tiene mucho mérito. El mismo que cuando lo consiguió el conjunto azulgrana.

Espero y deseo que el Real Madrid no se venga abajo con esta dura derrota, sobre todo, en el plano psicológico. Y el Barça mantenga este nivel, no sólo en casa como local, sino también como visitante. Estas dos cosas se tienen que dar por el bien del fútbol y por el bien de la Liga, para que siga interés por ver quién se hace con tan ansiado título, aunque sólo haya dos candidatos y sean los mismos que en temporadas anteriores.