"El balón nunca engaña. El jugador debe mirar la pelota y no la silueta del contrario"

Luis Aragonés

lunes, 11 de marzo de 2013

La Copa en la capital

Era un grito a voces pero el pasado viernes, al mediodía, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) hacía oficial que la final de la Copa de S.M. el Rey entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, dos equipos madrileños, se disputará en Madrid. Había varias opciones fuera de la capital: Córdoba, Barcelona y Sevilla. Pero fueron descartadas. Dentro de Madrid, el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe fue ofrecido pero finalmente el Santiago Bernabéu será la sede para disputarse la final el próximo 17 de mayo.

En un principio el Real Madrid quería jugar fuera por eso de ser supersticioso (dos finales disputadas en su estadio, las dos finales perdidas). El Atlético de Madrid quería el Vicente Calderón por eso de que la última final entre ambos clubes fue en el año 92 y se disputó en el Bernabéu. Así que esta vez le tocaba al Calderón.

Pues ni para unos ni para otros. La decisión tomada por la RFEF es la correcta por varios motivos: primero porque es el estadio con mayor capacidad, segundo porque se evitan gastos inútiles de trayectos a las dos aficiones y, tercero, aunque es secundario pero no menos importante, los dos equipos tienen sus respectivas fuentes de celebración cerca del estadio, lo que hará que no se demora mucho la celebración después del encuentro.

Por eso, ambos equipos querrán conseguir el título y tienen varios motivos para ello. Los madridistas para cumplir el dicho "a la tercera, va la vencida" porque será la tercera final que dispute en su estadio y las dos anteriores sin éxito. Mientras, los atletistas querrán repetir la hazaña de hace 21 años cuando ganó a su eterno rival en su estadio aquella final por 0-2 (goles de Schuster y Futre). Por supuesto, también buscará poner fin a una racha de 14 años sin ganar al Real Madrid (si en el partido de Liga no lo consigue).

Cosa distinta es el tema de las entradas. Un tema que para muchos es muy delicado pero es muy importante. El aforo del Santiago Bernabéu es de 80.000 espectadores, aproximadamente. Pues bien, el reparto es el siguiente: 30.000 para los aficionados del Real Madrid y 30.000 para elos aficionados del Atlético de Madrid. ¿Y el resto de las entradas? Es decir, ¿qué pasa con las 20.000 restantes? Pues para los compromisos que pueda tener la RFEF. Absolutamente desorbitado que esta institución se lleve casi un tercio de las entradas para los compromisos que puedan tener cuando hay que recordar que el fútbol es un deporte, especialmente, para los aficionados. Veo lógico y normal que tengan compromisos (políticos, sociales, deportivos,...) y este organismo debería tener un porcentaje de entradas para su propio uso. Pero no tan alto. Porque, insisto, el fútbol es un deporte de masas, que mueve gran cantidad de seguidores, aficionados,...de muchos equipos, por todo el mundo.

Además de este hecho, una lástima que la final se vaya a jugar en la capital de España, donde el himno no se silbará y si se tarareará, y S.M. el Rey, don Juan Carlos, vaya a ser duda de última hora por su reciente operación de una hernia discal.