Gracias, Ronaldo

Querido Ronaldo:

Muchas gracias por todo lo que has dado a este maravilloso y magnífico deporte, que ha sido realmente impresionante, bueno e irrepetible, desde luego. No habrá que se parezca a ti y que marque esos goles, que haga esos regates, que tenga esa velocidad,....vamos, no habrá como tú. Porque tú has sido, eres y serás único.

Muchas gracias por venir a España en dos ocasiones distintas y con equipos diferentes (tan diferentes que son máximos rivales) y provocar que los amantes al buen fútbol vibráramos y disfrutáramos con tu técnica, tu clase, tu poderío físico, tus ganas y tus ansias de marcar goles,...con todas las cosas que nos has dejado y que jamás olvidaremos.

En mi mente tengo muchos recuerdos tuyo, pero para no alargarme mucho, me quedaré con cinco de ellos, cuatro buenos y uno malo. Empezando por los buenos, no se me olvidará la cola de vaca que le hiciste a Geli en la ida de la Supercopa de España de 1996 para asistir a Iván de la Peña (el resultado final de ese partido fue 5-2), tampoco se me olvidará el golazo que le marcaste a Fernando, portero del Compostela, cuando te regateaste a casi todo el equipo gallego, saliendo con el balón pegado desde el centro del campo, tu debut con el Real Madrid frente al Alavés, anotando dos goes, saliendo desde el banquillo y el Mundial de 2002 de Corea y Japón, cuando marcaste 8 goles en una fase final, haciendo un increíble campeonato. Y dentro de la mala, me quedo con tu primera lesión de rodilla estando en el Inter de Milán y jugando contra la Lazio. Ese momento para ti y para tu carrera fue clave y un punto de inflexión bastante importante porque desde ese momento, tristemente, todo cambió: te volviste a lesionar, bien es cierto que fichaste por equipos importantes como Milán y Real Madrid, pero ya no era lo mismo.

Y ahora, por culpa del hipotiroidismo, una enfermedad que sólo se cura a través de medicamentos y recetas que provocarían que dieras positivo en cualquier control antidoping que te hicieras. Una auténtica pena porque un jugador como tú no merece una salida como esta, pero seguro que la vida te devuelve, con otras cosas, lo que te ha quitado y que era lo que más te gustaba: EL FÚTBOL.

De nuevo, y una vez más,...¡¡¡MUCHAS GRACIAS por todo!!!

Un saludo y hasta siempre.

Un fan tuyo,

Richi.