"El balón nunca engaña. El jugador debe mirar la pelota y no la silueta del contrario"

Luis Aragonés

jueves, 25 de abril de 2013

La liga española queda en evidencia

A día de hoy, los alemanes dominan el mundo. Ya no sólo en el panorama político y en el económico, sobre todo, en Europa. Desde esta semana, ha quedado demostrado que también en el ámbito futbolístico. El martes con el Bayern Múnich, actual subcampeón de la Champions y reciente campeón de la liga alemana, contra el Barça, virtual campeón, de nuevo, de la liga española. Y el miércoles, con el Borussia Dortmund, la gran revelación de la Champions esta temporada y el equipo que mayor progresión ha tenido en los últimos años de manera más constante y regular, ante el Real Madrid, el club más importante en la historia de la UEFA.

Nadie daba ni un duro por los alemanes. Por un lado, lógico porque la proyección que ha tenido el fútbol español en los últimos años en Europa ha sido muy grande y abismal. Pero, por otro lado, anormal porque cuando hablamos de fútbol español sólo se habla de Barça y de Real Madrid. Lamentablemente es así. Ya no sólo por el fútbol en nuestro país (al final, la liga española ha perdido el encanto por ver quién se hace con el título liguero porque todos sabemos que lucharán por él o el Real Madrid o el Barça, y hay más emoción por ver qué equipos acaban terceros o van a la Europa League o descienden) sino por el fútbol europeo. Y ese ha sido el error de esta semana. No valorar, lo suficiente y en su justa medida, a los dos clubes alemanes, grandes de Europa en su momento y que han vuelto a resurgir. Con dos plantillas amplias, llena de grande jugadores. No con un crack y buenos jugadores alrededor. No. Un equipo formado por hombres. Y no por nombres.

Y tanto el martes como el miércoles se mostró que la liga española no es tan potente ni tan competitiva como parece. Queda demostrado que los estadios alemanes en unas semifinales estaban abarrotados, con unos precios asequibles y con un ambiente futbolero. Como debe ser. Y no ver estadios vacíos en España, por los precios, por los horarios,...Este tipo de cosas nos las tenemos que hacer ver y empezar a mejorar, aunque los cambios supongan nuevos hábitos. Unos hábitos que antes eran así y ya existían.

Lo que toda España quería y esperaba, una final española de la Champions, algo inédito hasta la fecha, se ha complicado y resulta difícil. Ojalá me equivoque pero todo hace indicar que la final de la Champions será...alemana. Toca tirar de heroica, algo que no se nos da nada mal. 90 minutos. Mucha emoción. Mucha ilusión puesta por conseguir esa remontada que todos queremos. Pero seamos realistas y si al final no se consigue, no nos llevemos las manos a la cabeza y no nos sorprenda que ningún español esté en la final porque los deberes se hacen desde el principio y no al final.

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