Llevamos apenas un mes y medio de competición pero hay cosas que nunca cambiarán y seguirán así bastante tiempo, por no querer decir mucho. Y uno de esos casos es el del Atlético de Madrid.
Se las prometían muy felices los rojiblancos cuando tenían sustitutos para De Gea, Forlán y Kun Agüero. Courtois, Diego y Falcao, respectivamente, iban a ser los encargados de olvidar todas las alegrías que en los últimos años habían llevado tanto el portero español como los delanteros sudamericanos al conjunto rojiblanco.
No empezó bien el conjunto que dirige Gregorio Manzano empatando 0-0 en el Vicente Calderón contra el Osasuna, a las 12:00 de la mañana, con un sol radiante y con toda la afición volcada, como no podía ser de otra manera, en un nuevo proyecto. El enésimo (y los que quedan por venir).
Hasta la fecha, los números del Atlético de Madrid son números paupérrimos. Sólo dos victorias (las dos en su estadio y por idéntico marcador), dos derrotas (una contra el Barça y otra contra un rival directo como es el Valencia) y tres empates (los tres sin marcar un gol, dos en casa y uno fuera, el útlimo, contra el Granada). Sólo lleva 8 goles a favor y 6 goles en contra. Lleva tres jornadas sin marcar un gol (las dos últimas también sin recibir) y en total suma 9 puntos, ocupando la 8ª plaza en la clasificación, a 4 puntos de los puestos de Europa League y a 6 puntos de los puestos Champions. A todo esto, sólo marca y gana cuando lo hace Falcao.
Una vez leido y repasado todo lo escrito hasta ahora, soy de los que opinan que este Atlético de Madrid de Gregorio Manzano, a día de hoy, genera muchas dudas. Un equipo que se gasta todo el dinero que ha recibido del Kun en otro jugador como Falcao y tiene una de las mejores plantillas de los últimos años, no se puede permitir la Liga empatando con el Osasuna (con todos mis respetos hacia el equipo navarro) ni tampoco perder contra el Valencia (rival directo por hacerse con el 3er puesto en la clasificación) ni empatar con el Sevilla en el Vicente Calderón (otro rival directo por esa pelea por conseguir un puesto Champions) ni fuera de casa con un recién ascendido como es el Granada (también todos mis respetos).
El equipo no convence, no juega a nada, la ilusión que habia (menos que en años anteriores) ya ha desaparecido, no hay ganas, no hay actitud, no hay ganas de hacer de este equipo un equipo grande, hya jugadores que no sienten los colores de la camiseta rojiblanca, el entrenador no tiene un esquema fijo,....una serie de factores que se van juntando y mezclando, provocando una gran cantidad de dudas en el seno del equipo del Manzanares.
Comenzaba este artículo diciendo que llevamos un mes y medio de competición, tiempo más que suficiente para que la afición rojiblanca esté cansada. Son muchas las que lleva aguantando la afición del Atlético de Madrid y no van a consentir ni una más. Por eso, Gregorio Manzano empieza a estar cuestionado por los dirigentes rojibancos. Y no me extraña nada porque yo siempre he creído que "segundas partes nunca fueron buenas". Manzano es un entrenador que no transmite absolutamente nada ni a la afición ni, por lo tanto, a sus jugadores. Es cierto que está consiguiendo que su equipo encaje pocos goles, pero con esa idea tampoco marca y, por lo tanto, no gana partidos y, como consecuencia, no se consigue el principal objetivo, que no es otro que acabar 3º en la Liga. Plantilla y jugadores tiene más que de sobra (nunca antes en el Atleti había dos jugadores por puesto). Además, parece que los verdaderos cracks se están empezando a contagiar del resto.
Mucho tienen que cambiar las cosas para que el Atlético de Madrid no provoque otra desilusión a su afición y, menos, cuando apenas llevamos un mes y medio de competición. Aún hay tiempo y hay margen de mejora. Dentro de otro mes y medio, puede que ya sea demasiado tarde y se tomen decisiones que se tenían que haber tomado antes o, incluso, que se podían haber evitado
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