Pep Guardiola es un entrenador que, personalmente, me gusta mucho y creo que está haciendo las cosas muy bien en el Fútbol Club Barcelona. De hecho, ha dejado el listón muy alto, sobre todo, para el que venga cuando él decida marcharse.
Un tipo elegante, con buenas palabras, profesional, educado, diciendo las cosas tal y como él las piensa y siempre sin ofender a nadie y una persona ejemplar para todo el mundo, sobre todo, para los más jovenes y amantes al fútbol.
Pero ayer eso no ocurrió. Tras acabar el encuentro de Champions, correspondiente a la 4ª jornada, entre el Copenhague y el Fútbol Club Barcelona, ambos entrenadores se enzarzaron y casi llegan a las manos, de no ser por Sergio Busquets que separó a los dos.
Este "encuentro cariñoso" no fue fruto de la casualidad porque ambos entrenadores venían calentando el encuentro a raiz del famoso silbido de Pinto y la sanción de la FIFA al jugador. A Solbakken, el entrenador del equipo danés, le pareció corta la sanción de 2 partidos al meta andaluz del Barça, y Guardiola decidió dar más importancia al asunto del que tenía y entró en el juego que quería el entrenador danés.
En alguna ocasión, hemos comprobado que Guardiola ha entrado al juego y ha tenido alguna que otra "guerra dialéctica" con algún jugador o entrenador. Cierto es, que de manera, muy educada y a través de los medios de comunicación. Pero ayer se equivocó intentando arreglar el asunto con las manos y cara a cara.
Creo que Guardiola tomó una actitud errónea y equivocada por lo que es y por lo que representa, que es mucho dentro del mundo fútbol. Considero que debería haber pedido perdón y aún está a tiempo de hacerlo. Aún así, mi opinión sobre Guardiola no va a cambiar pero si me gustaría que rectificase.
Lo que se lleva ahora es un videoblog, con lo bien q escribes podrias hacer videos dando tu opinión y seguro que estarian genial. un saludo
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