Rafael Ramírez Domínguez, este es el nombre y hombre de la jornada 8 en la Liga BBVA de 1ª División. Ayer se lució con el arbitraje del partido en El Madrigal, entre Villarreal y Atlético de Madrid. Nada más comenzar el encuentro, dos jugadas polémicas que perjudicaron al Atlético de Madrid. Penaltí clarísimo a Simao y fuera de juego muy justo del Kun Agüero. Vale, esas dos acciones pueden pasar. Pero lo que ocurrió después, es de traca.
El partido estaba en el tiempo añanadido de la 1ª parte, aún no se había cumplido, cuando Gonzalo Rodríguez hace un penalti clamuroso al Kun Agüero. Ramírez Domínguez, ni corto ni perezoso, sabiendo que era penalti pero no queriéndose meter en líos con la afición local, decidió dar por terminado el 1er periodo. Como es lógico todos los jugadores se avalanzaron sobre él para pedir explicaciones y lo único que hizo fue sacar tarjeta amarilla a Reyes y expulsar a Quique Sánchez Flores. En ese momento, el Villarreal ganaba por 1-0.
Comenzaba la 2ª parte y más de lo mismo. Con 2-0 en el marcador, Joan Capdevila vuelve a hacer otro penalti clarísimo al Kun Agüero que el colegiado andaluz decidió no pitar porque no lo consideró oportuno. Desde el palco, Quique Sánchez Flores se lo tomaba con mucha ironía.
Para terminar, el Atlético de Madrid hizo también un penalti. Esta vez fue Filipe Luis el que derribó a Ángel, lateral derecho del submarino amarillo, y de nuevo Ramírez Domínguez se hizo el ciego.
El resultado final, 2-0, refleja que el Villarreal fue superior al Atlético de Madrid, se mereció y se trabajo la victoria, que le posicionan en los puestos de arriba, pero el partido hubiese cambiado si el colegiado hubiese actuado bien. El Atlético no fue rival ayer para el Villarreal, en gran parte, por Ramírez Domínguez que sacó del partido y desmoralizó con sus actuaciones al equipo colchonero.
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