La excelencia blanca

Año II de Mourinho en el Real Madrid. Y la vida no sigue igual. No. Ha cambiado. Para mejor. ¿El motivo? El propio entrenador portugués porque ha conseguido lo que nunca antes un entrenador había conseguido en el Real Madrid o en cualquier otro club.

José Mourinho se ha hecho con todo el poder. Todo. Él decide a quién ficha y a quién no, aunque diga que la última palabra la toma Florentino Pérez junto a José Ángel Sánchez. Él decide con quién se queda y a quién hay que vender (Pedro León, Canales, Drenthe,...). Él decide si habla en rueda de prensa o es Aitor Karanka el encargado de hablar antes o después de un partido. Él decide si hay entrenamiento a puerta abierta, aunque sean 15 minutos, o no. Él decide si habla algún jugador en rueda de prensa a lo largo de la semana, tras el entrenamiento, o la sala de prensa de Valdebebas está vacía como ha pasado varios días seguidos. A todo esto, hay que recordar que fue el propio técnico portugués quien puso sobre la mesa una elección para Florentino: o Jorge Valdano o el propio Mourinho, pero los dos no. El final ya lo sabemos todos.

Y, de momento, parece que la jugada a Florentino Pérez le ha salido bien porque la decisión definitiva de otorgarle todo el poder a Mourinho ha sido suya y las cosas están funcionando bastante bien.

También es destacable como le están yendo las cosas a este nuevo pero a la vez experto Real Madrid de  José Mourinho. Ya anunció la temporada pasada que sus segundos años son los mejores. Y, hasta el momento, hay que darle la razón al portugués.

Los números están ahí: a pesar de haber perdido un partido en Liga, el Barça sólo le saca 2 puntos, y eso que el Real Madrid tiene un partido menos, el que disputa esta noche frente al Villarreal. Ha marcado 28 goles y sólo ha recibido seis tantos, hay buen rollo, no hay tanta individualidad como el año anterior, parece que Mourinho ha conseguido que el Real Madrid juegue al fútbol de verdad, ha sabido darle a cada jugador la importancia que tiene y se merece y, encima, ya no sólo marca Cristiano Ronaldo, que lo sigue haciendo, sino un día le sale la vena goleadora a Higuaín, otro día el olfato goleador de Benzema,...El Real Madrid se ha convertido en un equipo de verdad y no en un conjunto que dependía, y mucho, de Cristiano Ronaldo. El Real Madrid ha conseguido...la excelencia.

Además, ha logrado preocupar al Barça de Pep, Messi, Villa y compañía. Ya no va tan sobrado el conjunto azulgrana. O bien porque el Barça está muy desgastado o bien porque el Real Madrid, de verdad, ha metido la sexta marcha y se ha puesto a su altura.

La Supercopa de España la ganó en el último minuto con un gol de Leo Messi, pero el Real Madrid plantó cara hasta el final, cosa que el año pasado, en los dos partidos disputados en el Camp Nou, no consiguió. A pesar de que Iker ha encajado dos goles más que Víctor Valdés, el Madrid ha metido un gol más que el Barça (28 goles los madridistas y 27 goles los azulgranas, y eso que el conjunto blanco tiene un partido menos).

Y si a todo eso, le sumamos que el Real Madrid ha conseguido tener el mismo banquillo que el Barça (me refiero a tener varias opciones/alternativas a la hora de hacer un cambio) y que en los momentos importantes, Cristiano Ronaldo ya no falla y Leo Messi sí (minuto 93, Barça - Sevilla, el argentino falla un penalti que hubiese supuesto la victoria azulgrana), esta Liga se antoja bipolar, sí, pero muy muy muy igualada.

El Fútbol Club Barcelona sigue siendo un auténtico equipazo, lleno de grandes futbolistas, pero el Real Madrid ha cogido carrerilla y, ahora mismo, no hay quién lo pare.