"El balón nunca engaña. El jugador debe mirar la pelota y no la silueta del contrario"

Luis Aragonés

martes, 14 de diciembre de 2010

La resurrección de Lass

Florentino Pérez fichó a  José Mourinho para que el Real Madrid vuelva a la senda de ganar títulos. De momento, opta a los tres: Liga, Copa del Rey y Champions League.

Para cumplir con este objetivo, el Real Madrid ha tirado de nuevo de talonario y se ha traído a jugadores como Di María, Özil, Carvalho y compañía. Como puedes entender compañía engloba el resto de fichajes, es decir, Canales, Pedro León y Khedira. Los dos primeros porque entre lesiones y castigos, apenas juegan. El caso de Sami Khedira es algo distinto porque el alemán es un fichaje que pidió este verano el técnico portugués. Hizo un buen Mundial y consiguió hacerse con la titularidad en el centro del campo junto a Xabi Alonso. Pero el pasado domingo, frente al Zaragoza, se perdió el encuentro por acumulación de tarjetas y su puesto lo ocupó el francés Lass Diarra.

Un Lass Diarra que hace unas semanas fue castigado por el propio Mourinho por borrarse y no querer jugar el partido de Copa frente al Murcia, pero que aún así el luso cuenta con él, a pesar del interés de numerosos equipos que quieren hacerse con el galo.

Es un jugador polivalente que puede jugar o bien como lateral derecho o como mediocentro de corte defensivo. Y el pasado domingo jugó junto a Xabi Alonso y la verdad es que hizo un partido extraordinario, ya no sólo en el plano defensivo, donde recuperó muchos balones y se animó a repartirlos, sino en el plano ofensivo, llegando al área y teniendo varias ocasiones de gol.

Otro punto a su favor para Mourinho, que no sólo es una persona que nos deja titulares, como el famoso lío entre "el perro y el gato", y tiene todo controlado tanto fuera como dentro del club, sino que ha conseguido que jugadores como Lass, que estaban "desaparecidos", los haya resurgido de nuevo.

1 comentario:

  1. Lass Diarra nunca triunfará en el Real Madrid. Es un jugador que llegó al club blanco en un momento en el que la plantilla era mediocre y el extraordinario momento de forma física en la que vino le hizo ganarse el aplauso de la grada del Bernabeu. Cuando al francés se le acabo la gasolina de la premier quedó en evidencia su escasa técnica y al verse fuera del once desenmascaró su carácter al más puro estilo Anelka. Lass un lacito y subete al camello de los reyes magos.

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