
Gracias al Twitter, Adriana Martín Santamaría
(@ADRIANA__MARTIN) aceptó pasar por El
Blog de Richi Esquilas. La Selección
Española Femenina viene de empatar con Alemania
en el partido clasificatorio para la Eurocopa
2013 que se disputa en Suecia.
Por lo tanto, profesionalmente se encuentra muy feliz y en un buen momento. En
el plano personal, a lo largo de la entrevista, vamos a ir descubriendo que se
encuentra también muy feliz. Madrugar le sienta bastante bien. Es lo que hay:
tiene que compaginar los estudios (I.N.E.F.)
y jugar al fútbol profesional. Pero ella está encantada y lo demuestra con una
sonrisa. La noto con ganas de terminar la carrera, pero no tiene prisa. Además,
es entrenadora de un grupo de chicas jóvenes. Es una todoterreno, tanto dentro
como fuera del campo. Ha tenido la gran suerte de jugar, durante seis meses, en
el Sky Blue de New Jersey de la WPS (Women’s Professional Soccer) en Estados Unidos. Su penúltimo equipo.
Ahora milita en el Atlético Féminas.
Está encantada, a pesar de que los resultados no acompañan.
Richi Esquilas: ¿Cómo era Adriana Martín de pequeña?
Adriana Martín: No lo recuerdo muy bien. Sé que era una buena niña,
pero también tenía mi punto rebelde. Siempre me recuerda mi abuelo que me subía
a lo alto de las grúas y él tenía que subir a por mí. He sido siempre una niña
muy familiar, de estar siempre con mi familia.
R.E.: ¿De dónde viene tu afición por el fútbol?
A.M.: En el pueblo donde yo nací (La Puebla de Valverde, en Teruel) no había mucha gente con la que
jugar, entonces sólo había niños que jugaban al fútbol. A mí me tocaba jugar
con ellos. También mis padres ha sido muy deportistas: mi madre hacía judo y
baloncesto, y mi padre ha hecho de todo. Cuando nos fuimos a vivir a Barcelona, se apuntó en el equipo de
veteranos del pueblo y cada domingo yo me iba con él a verle jugar. Cogía el balón,
me ponía a jugar yo sola y en los descansos de los partidos aprovechaba para
salir al campo y disfrutar de esos 15 minutos. Jugué en una escuela con niños
hasta que ya no podía hacerlo más
R.E.: ¿Qué te dijeron tus padres cuando decidiste dedicarte al fútbol
profesional?
A.M.: Mis padres son mis fans número 1. Ellos no tuvieron ningún
problema, todo lo contrario. Cuando vivíamos en Barcelona venían a verme jugar. Ahora es más complicado porque
viven en Teruel. Están encantados y
orgullosos de que esté jugando al fútbol.
R.E.: Tu carrera profesional se resume empezó en el Barça, luego el
Sabadell, otra vez el Barça, después el Espanyol, posteriormente el Rayo
Vallecano, el siguiente equipo fue el Pozuelo, donde estuviste dos semanas, te
marchaste al Sky Blue de New Jersey y ahora estás en el Atlético de Madrid.
Dime lo que más te haya llamado la atención en todas tus aventuras.
A.M.: A pesar de los problemas económicos que he vivido tanto en el
Sabadell como en el Rayo Vallecano, todos los recuerdos que
tengo son positivos. Del Sabadell me
quedo que fue mi debut en la Superliga,
y eso que al principio yo no jugaba porque en mi equipo estaban Laura del Río y Sonia Bermúdez, entre otras, y era muy difícil entrar en el once
titular. En un partido contra el Rayo
Vallecano, salí desde el banquillo cuando quedaban diez minutos y antes de
salir al campo me dijo el entrenador que si marcaba dos goles, al siguiente
partido saldría de titular. Dicho y hecho. Salí y metí dos goles. Desde ese
momento, siempre fui titular y, de hecho, pichichi esa temporada. De la segunda
etapa en el Barça recuerdo la
promesa que les hice de que sí subían, volvería a jugar allí. De mis cuatros
años en el Espanyol me quedo con el
primer año porque ganamos todo lo posible: Copa
del Rey, Superliga y Copa de Cataluña. Los cuatro años que
estuve en el Espanyol no los
cambiaría por nada. Han sido los mejores cuatro años tanto en el profesional
como en el plano personal. Y eso que fue jugando con el Espanyol cuando me rompí la
rodilla. Después vino el Rayo Vallecano,
donde estuve dos temporadas, y ganamos la Superliga,
a pesar de ser contra el Espanyol.
Además, me dio la oportunidad de irme a jugar a Estados Unidos que siempre fue una de mis ilusiones. Y de Estados Unidos que puedo decir, que es
otro mundo, es totalmente diferente, la gente, el trato profesional que se le
da al deporte.
R.E.: En los chicos está muy mal visto que un jugador de un equipo se
vaya al equipo rival de la ciudad. ¿En las chicas es tanto así o no es para
tanto?
A.M.: Yo creo que no porque no hay tanto nivel de rivalidad entre
aficiones. No se le da tanta importancia como puede ocurrir en los chicos. La
rivalidad existe, por supuesto, pero es sana y hasta un cierto punto.
R.E.: ¿Crees que hay mucha discriminación y mucha desigualdad en el
fútbol femenino con respecto al fútbol masculino?
A.M.: Sí, porque yo creo que hay mucho trabajo y mucho sacrificio
detrás como para que no se le valore ni se le de la importancia que merece. A
día de hoy, la gente se muestra más interesada y preocupada por el fútbol
femenino. Poco a poco, el fútbol femenino ha ido creciendo y eso es muy
positivo.
R.E.: De todos los clubes en los que has estado, ¿cuál crees que tiene
mejor cantera?
A.M.: Yo creo que el Espanyol.
Ha sido siempre el equipo que mejor cantera ha tenido porque tenía muchas niñas
en sus categorías inferiores. A día de hoy, el Atlético de Madrid está trabajando mucho por la cantera también.
R.E.: ¿Qué le falta al fútbol femenino para llegar más a la gente?
A.M.: Que se conozca, es decir, que se televise, como ocurrió el
pasado jueves con el partido que disputamos contra la Selección de Alemania con motivo de la clasificación para la Eurocopa 2013 en Suecia. Es importante que se televisen los partidos para que el
fútbol femenino pueda llegar a más gente y, sobre todo, a más niñas.
R.E.: ¿Qué objetivos tienes a corto plazo?
A.M.: Más que objetivos yo los llamaría ilusiones. Mi mayor
ilusión, ahora mismo, es poder ganar la Superliga
con el Atleti. Luego, por
supuesto, hay más, como ganar la Copa
del Rey, con la Selección Española
llegar a la Eurocopa. También a los
objetivos se les puede llamar sueños.
R.E.: ¿Y a largo plazo?
A.M.: No lo sé, ya son muchos años jugando al fútbol. Seguramente
te diría estar en casa tranquila. Está claro que el primer objetivo es no
lesionarse ya más porque han sido lesiones graves, como a dislocación de codo o
la rotura de rodilla. En lo único que pienso es en no lesionarme y que me
respeten las lesiones.
R.E.: Un momento bonito que recuerdes de toda tu carrera profesional
hasta el día de hoy.
A.M.: Hay muchos momentos bonitos en mi carrera pero me quedaría
con el año en el que ganamos todo con el Espanyol.
Fue tan bueno que me quedaría con el año entero. Sin ser el mejor equipo, había
tan buen grupo, sobre todo, desde el punto de vista humano, que lo disfruté
muchísimo. Tampoco podré olvidar la final de Copa de la Reina contra el Zaragoza
esa temporada y que ganamos en La
Romareda por 5-1. Ese día, mi abuelo cumplía años y pude dedicarle el gol a
través de la televisión.
R.E.: Y un momento que quieras borrar.
A.M.: Sin ninguna duda, las dos lesiones que tuve.
R.E.: ¿Qué prefieres, entrenador o entrenadora?
A.M.: Lo importante es que sea bueno o buena. Me da lo mismo si es chica o chico. Lo importante que le guste, que trabaje y que sepa de fútbol. He tenido entrenadores y entrenadoras.
Tras este inicio por conocer un poco más a Adriana y por saber el motivo principal por el cual el fútbol
femenino no acaba de llegar a la gente, quiero que me cuente cómo fue la
experiencia de jugar fuera. De jugar en el extranjero. Nada más y nada menos
que en Estados Unidos. Se le escapa
una sonrisa que da a entender que fue una experiencia inolvidable. Sus ojos
también lo dicen todo.
R.E.: ¿Por qué se acabo la experiencia de Estados Unidos tan pronto?
A.M.: Porque se acaba la liga. Allí la pretemporada empieza en
marzo y la competición termina en septiembre. Además, coincide con que en España tengo mis estudios y justo que
comienza la Superliga.
R.E.: ¿Tuviste problemas con el visado?
A.M.: No porque el equipo te busca un visado especial. Hay varios
tipos de visados. El mío era el P1,
el cual es el adecuado si vas allí de manera extraordinaria o temporal.
R.E.: ¿Cómo es el formato de la WPS?
A.M.: Es más o menos parecido que en España. Hay siete equipos y
juegas cuatro veces contra cada equipo. Los cuatro primeros clasificados juegan
play-offs entre ellos y luego la
final que te da el título de liga.
R.E.: ¿Qué tal te fue la experiencia por allí?
A.M.: Bien, muy bien. Aunque al mes me disloqué el codo. A
excepción del primer partido, que fue justo cuando llegué, jugué todos los
partidos restantes, incluso estando con el codo dislocado porque me pusieron un
aparato de hierros, algo que en España
sería impensable. El balance es bastante bueno: jugué 15 partidos de titular de
18 posibles y marqué tres goles y di tres asistencias, algo que ellos valoran
mucho. Lo positivo es que enseguida me gané el respeto de mis compañeras.
R.E.: ¿El aficionado rojiblanco puede estar tranquilo de cara a que
acabes la temporada en el Atleti?
A.M.: Como la liga en Estados
Unidos está pendiente de si sale o no, pues no lo sé. Ellos quieren que
vuelva para allá, pero de momento yo estoy en España, que es mi casa y es mi vida, y sólo voy a pensar en el Atleti. Si el día de mañana llega algo,
ya se verá.
R.E.: ¿Cómo te llega la oferta del Sky
Blue?
A.M.: Pedro, mi pareja,
estuvo en contacto con un representante que le llamó varias veces para
ofrecerle jugadoras. Un día conversando con este representante, nos dijo que
había salido una cosa para los dos, tanto para Pedro como para mí. Tal y como estaba la situación en el Rayo Vallecano decidimos aceptar y
embarcarnos en esa aventura americana.
R.E.: ¿Fue muy dura la adaptación a la liga?
A.M.: Por suerte, el entrenador que yo tuve allí le gustaba mucho
el juego europeo, el juego de toque. Entonces, dentro de lo malo no me costó
tanto adaptarme pero sí que hay mucha diferencia, sobre todo a nivel físico.
Las jugadoras americanas son auténticas atletas que juegan al fútbol. Es un
juego que no es fácil, muy diferente al de aquí y demasiado físico.
R.E.: ¿Qué tal con el inglés?
A.M.: Bien (risas). Siempre vas allí diciendo que sabes inglés
gracias a lo que aprendiste en la escuela y me podré defender. Pero cuando
estás allí y te hablan a la velocidad que lo hacen, no pillas nada. Cuando te
hablan de fútbol, no hay ningún problema, pero cuando la conversación es otra,
te pierdes un poco. Lo bueno es que mi inglés ha mejorado y eso se agradece.
R.E.: Dices que la estancia en Estados Unidos ha sido inolvidable, ¿con
qué te quedas de la experiencia?
A.M.: Me quedaría con todo, aunque el detalle más importante fue el
que tuvo Pedro conmigo de
acompañarme a la aventura y dejar su trabajo que tenía aquí en España por venir conmigo. El poder
vivir esos cuatro meses con él es algo que yo no voy a poder olvidar nunca.
R.E.: ¿De qué te ha servido la experiencia de irte al extranjero?
A.M.: Yo creo que he madurado. Al final, cuando sólo tienes a tu
pareja al lado porque tu familia está muy lejos de donde tú estabas, te hace
madurar y valorar muchas cosas que en esos momentos no tienes.
R.E.: ¿Qué me dirías de Heather O’Reilly y de Therese Sjogran,
compañeras tuyas en el Sky Blue?A.M.: Ambas son muy buenas jugadoras de fútbol. Heather como jugadora era muy buena pero todo lo que es capaz de mover es algo inalcanzable aquí en España. Therese también es muy buena jugadora, con mucha calidad y que dio muchas asistencias.
Tras un breve paso por su pasado más reciente: la experiencia
inolvidable de poder jugar al fútbol en Estados
Unidos, toca hablar del presente. No es otro que su actual equipo, el Atlético de Madrid. Y también, como no
podía ser de otra manera, de la Selección
Española Femenina.
R.E.: ¿Qué tal te encuentras en el Atlético de Madrid?
A.M.: Estoy muy contenta y no tengo ningún tipo de queja. Tanto mis
compañeras como el cuerpo técnico y la directiva me están tratando muy bien.
R.E.: ¿Qué días de la semana entrenáis?
A.M.: Lunes, miércoles y jueves por las tardes, y sábados por la
mañana. Cuatro días a la semana. Está bastante bien.
R.E.: ¿Qué supuso para la Selección Española el empate conseguido el
pasado jueves con Alemania?
A.M.: Fue increíble, sobre todo, por cómo se empató. Cuando se pusieron
con 0-2 en el marcador, pensé que nos iban a meter un montón. Cuando empató Willy en el minuto 90, me sentí
campeona y quería la copa (risas). Todas lo celebramos de una manera especial.
R.E.: Los éxitos de las categorías inferiores femeninas demuestran que
se está trabajando bien con la cantera y, sin ir más lejos, hay jugadoras en la
Absoluta que hace no mucho estaban en inferiores. ¿Es el momento de dar un
golpe encima de la mesa?
A.M.: Yo creo que sí. Este año es el año que mejor lo tenemos. Además,
han venido jugadoras jóvenes como Irene
o Marta Corredera que son jugadoras
de calidad. Es el momento perfecto e idóneo.
R.E.: ¿Ha llegado el momento de meter a España en un Europeo y
conseguir llegar a un Mundial?
A.M.: Vamos a ir paso a paso. Primero vamos a intentar
clasificarnos para el próximo Europeo.
El Mundial también, por supuesto,
pero con lo difícil que está todo…
R.E.: ¿Cómo fue la primera vez que te convocaron con España?
A.M.: Estaba yo en el vestuario del Barça, del Camp Nou. En
mi primera etapa, en 2002. Una del equipo me dijo que me había convocado la Selección y en un primer momento no me
lo creí. Con el paso de los minutos, me di cuenta que era verdad y me puse a
llorar de la ilusión.
R.E.: ¿Sabes cuántas internacionalidades tienes y cuántos goles has
marcado con la Selección?
A.M.: Pues debo tener 24-25-26 internacionalidades más o menos. No
lo sé muy bien. Y habré marcado unos 30
o así.
R.E.: ¿Qué día fue tu debut con la Selección y contra quién?
A.M.: Mis dos debuts han sido bastante buenos. Con la sub19 fue contra Dinamarca, ganamos 4-1 y metí yo cuatro goles. Y con la Absoluta mi debut fue contra Polonia, ganamos 7-0 y metí cinco
goles. La verdad es que no me puedo quejar.
Antes de pasar al test, me adentro un poco en el plano íntimo y
personal de Adriana. Veo que está a
gusto y cómoda con las preguntas. Hemos hablado de su infancia, de fútbol, de
su pasado y de su presente. Toca conocerla un poco más a fondo.
R.E.: De no ser futbolista, Adriana Martín hubiera sido…
A.M.: Pues siempre he querido ser profesora, pero ahora mismo me lo
pensaría dos veces después de ser yo alumna (risas).
R.E.: ¿Cómo se te puede sorprender?
A.M.: No lo sé. Probablemente con una buena cena o una buena tarde.
Con cosas sencillas.
R.E.: ¿A qué tienes miedo?
A.M.: A volar y, por lo tanto, a los aviones.
R.E.: ¿Alguna vez te han pillado en fuera de juego?
A.M.: Sí, sobre todo, en alguna pregunta que no me esperaba.
R.E.: ¿Te arrepientes de algo?
A.M.: No lo sé, quizá de algún partido en el que quizá podría haber
hecho más. Pero no, no me arrepiento de nada.
El test de “El Blog de Richi Esquilas”
R.E.: Soltero o casado.
A.M.: Casi casada. El año que viene.
R.E.: Montaña o playa.
A.M.: Ambas.
R.E.: Un libro.
A.M.: El niño del pijama de
rayas.
R.E.: Una película.
A.M.: El diario de Noah.
R.E.: Un actor.
A.M.: Ricardo Darín.
R.E.: Una actriz.
A.M.: Julia Roberts.
R.E.: Un portero
A.M.: Víctor Valdés.
R.E.: Un defensa
A.M.: Koeman.
R.E: Un centrocampista
A.M.: Bakero, Xavi e Iniesta.
R.E.: Un delantero
A.M.: Ronaldo.
R.E.: Un entrenador
A.M.: Que haya tenido yo, el mejor Pedro Martínez Losa en el Rayo
Vallecano. Y que no haya tenido Pep Guardiola.
R.E.: Un gol
A.M.: El que metí en la final de la Copa de la Reina con el
Espanyol al Zaragoza y que le dediqué a mi abuelo.
R.E.: Un grupo español y un grupo extranjero
A.M.: El Canto del Loco y
los Coldplay.
R.E.: Una canción
A.M.: El amor, de Joan
Manuel Serrat.
R.E.: Un deportista.
A.M.: Michael Jordan.
R.E.: A quién borrarías de este país
A.M.: A los malos.
R.E.: Tu número favorito.
A.M.: El 10.
R.E.: Una mascota.
A.M.: Mi perro.
R.E.: Manta y peli en casa o juerga con los amigos.
A.M.: Manta y peli en casa.
R.E: Cine o teatro.
A.M.: Los dos.
R.E.: Real Madrid o Barça.
A.M.: Barça.
R.E.: Un color.
A.M.: El amarillo.
R.E.: Un deporte.
A.M.: El fútbol.
R.E.: Un coche.
A.M.: El mío, el Mini.
R.E.: Un país.
A.M.: Escocia.
R.E.: Una ciudad.
A.M.: Teruel.
R.E.: Una comida.
A.M.: El arroz con patatas de mi abuela.
R.E.: Una bebida.
A.M.: La coca-cola.
R.E.: Un postre.
A.M.: La tarta de queso.
R.E.: Hobbies
A.M.: Ir al cine y estar todo lo que pueda con la familia.
R.E.: Piercing o tatuajes.
A.M.: Tatuajes. Tengo uno en el tobillo.
R.E.: Vaso medio vacío o medio lleno.
A.M.: Medio lleno.
R.E.: Pequeño, mediano o grande.
A.M.: Grande.
R.E.: Un plan perfecto.
A.M.: Estar con mis abuelos en Teruel y con mi pareja.
R.E.: Algún amuleto.
A.M.: El anillo de compromiso y un reloj
R.E.: Una bici con la que montar.
A.M.: La que tenía yo en el pueblo cuando era pequeña.
R.E.: Marca de zapatillas.
A.M.: Nike.
R.E.: Prensa, radio o TV.
A.M.: Un poco de todo. Me gusta todo.
R.E.: Verano, invierno, otoño o primavera.
A.M.: Verano.
R.E.: Madrugas o duermes.
A.M.: Madrugo.
R.E.: Una manía.
A.M.: A la hora de jugar, empezar a vestirme por la pierna
izquierda o usar el mismo top.
R.E.: Supersticioso.
A.M.: Sí.
R.E.: Un consejo.
A.M.: Intentar ser feliz y disfrutar de la vida que son dos días
R.E.: Un lema en la vida.
A.M.: Ser feliz respetando a los demás.
R.E.: Una virtud.
A.M.: Cariñosa y sencilla
R.E.: Un defecto.
A.M.: La tozudez, soy muy cabezona.
R.E.: Carne o pescado.
A.M.: Carne.
R.E.: Lluvia o sol.
A.M.: Sol.
R.E.: Vino o cerveza.
A.M.: Cerveza con limón.
R.E.: Un deseo.
A.M.: Ser feliz con los míos y tener salud durante mucho tiempo.
R.E.: Tres cosas que te llevarías a una isla.
A.M.: A mi pareja, a mis abuelos (2 en 1) y la última está entre el
ordenador y una pelota de fútbol, pero como habrá cocos y puedo usarlos como
pelota, pues el ordenador.
R.E.: Un mensaje que quieras transmitir.
A.M.: Que la gente tiene que dar lo máximo de sí misma.
R.E.: Gente extrovertida o introvertida.
A.M.: Extrovertida
R.E.: Una flor.
A.M.: Las rosas.
R.E.: Whisky, Ron o
Gin Tonic.
A.M.: Ron, pero a duras penas.
R.E.: Play o Wii:
A.M.: Las dos.
R.E.: Con o sin.
A.M.: Con.
R.E.: BB o iPhone:
A.M.: iPhone.